Es decir, llevar bikini si se quiere o pantalón si así se desea: las mujeres, como los hombres, son deportistas, no modelos. Se me hace raro, como ayer el tema de los diminutivos en el fútbol a propósito de Ito. La escena, inmortalizada en el famoso cuadro de Joaquín Sorolla en el que dos pescadores tratan de revivir a un compañero que ha sufrido un accidente, pertenece a la novela Flor de Mayo, de Blasco Ibáñez, e ilustra bien las contradicciones de un sistema en el que las sacrosantas leyes de la oferta y la demanda siguen cebándose, más de un siglo después, con los eslabones más débiles de la cadena.